Dios ha expuesto en su Palabra las condiciones de acuerdo con las cuales se elegirá a cada alma para la vida eterna: la obediencia a sus mandamientos, mediante la fe en Cristo. Las medidas tomadas para la redención se ofrecen gratuitamente a todos, pero los resultados de la redención serán únicamente para los que hayan cumplido las condiciones. PP
viernes, 30 de junio de 2023
07. REFLEJEMOS A JESÚS “EN LA MISIÓN DE LA IGLESIA” (EGW) AUDIO. LA IGLESIA es el medio señalado por Dios para la salvación de los hombres. Fue organizada para servir, y su misión es la de anunciar el Evangelio al mundo. Desde el principio fue el plan de Dios que su iglesia reflejase al mundo su plenitud y suficiencia. Los miembros de la iglesia, los que han sido llamados de las tinieblas a su luz admirable, han de revelar su gloria. LA IGLESIA es la depositaria de las riquezas de la gracia de Cristo; y mediante la iglesia se manifestará con el tiempo, aun a "los principados y potestades en los lugares celestiales" (Efesios 3:10), el despliegue final y pleno del amor de Dios. Muchas y maravillosas son las promesas registradas en las Escrituras en cuanto a la iglesia. "Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos" (Isaías 56:7). "Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado" (Ezequiel 34:26)... "He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros" (Isaías 49:16). LA IGLESIA ES LA FORTALEZA DE DIOS, su ciudad de refugio, que El sostiene en un mundo en rebelión. Cualquier traición a la iglesia es traición hecha a Aquel que ha comprado a la humanidad con la sangre de su Hijo unigénito. Desde el principio, las almas fieles han constituido la iglesia en la tierra. EN TODO TIEMPO EL SEÑOR HA TENIDO SUS ATALAYAS, que han dado un testimonio fiel a la generación en la cual vivieron. Estos centinelas daban el mensaje de amonestación; y cuando eran llamados a deponer su armadura, otros continuaban la labor. DIOS LIGÓ CONSIGO A ESTOS TESTIGOS MEDIANTE UN PACTO, uniendo a la iglesia de la tierra con la iglesia del cielo. Él ha enviado a sus ángeles para ministrar a su iglesia, y las puertas del infierno no han podido prevalecer contra su pueblo. A TRAVÉS DE LOS SIGLOS DE PERSECUCIÓN, lucha y tinieblas, Dios ha sostenido a su iglesia. Ni una nube ha caído sobre ella sin que Él hubiese hecho provisión; ni una fuerza opositora se ha levantado para contrarrestar su obra, sin que Él lo hubiese previsto. Todo ha sucedido como Él lo predijo. ÉL NO HA DEJADO ABANDONADA A SU IGLESIA, sino que ha señalado en las declaraciones proféticas lo que ocurriría, y se ha producido aquello que su Espíritu inspiró a los profetas a predecir. TODOS SUS PROPÓSITOS SE CUMPLIRÁN. Su ley está ligada a su trono, y ningún poder del maligno puede destruirla. LA VERDAD está inspirada y guardada por Dios y triunfará contra toda oposición. -Los Hechos de los apóstoles, págs. 9-11.
miércoles, 21 de junio de 2023
36. “IMITAR A CRISTO, NO AL MUNDO”
Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando
algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1
Timoteo 6:10.
(Éste es uno de los temas, que requiere una
reflexión sincera y humilde, por todo aquel que profesa amar a Dios…)
Vi que el pueblo de Dios está en gran peligro: muchos son moradores de la tierra; sus intereses y afectos están concentrados en este mundo.
Su ejemplo no es bueno. El mundo queda engañado por el proceder que siguen muchos que profesan verdades nobles y grandes.
Nuestra
responsabilidad está de acuerdo con la luz que nos fue dada, con los favores y dones
que nos han sido concedidos. La responsabilidad más pesada descansa sobre los obreros que
poseen los talentos, las oportunidades y las habilidades mayores...
Me fue
presentado el hermano A como el que representa a una clase de personas que
están en una posición similar. Nunca han sido
indiferentes a las ventajas mundanales más pequeñas.
Mediante una diligente discreción comercial y por medio de inversiones exitosas, por medio de operaciones bursátiles, no con dólares, sino con centavos y cuartos de peniques, han acumulado bienes.
Pero, al hacer eso, han formado facultades inconsistentes con el desarrollo del carácter cristiano. Su vida de ninguna manera representa a Cristo, por cuanto aman el mundo y sus ganancias más de lo que aman a Dios o la verdad.
“Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”.
1 Juan 2:15.
Todos los talentos que poseen los hombres y las mujeres pertenecen a
Dios. La conformidad y los afectos mundanales están prohibidos enfáticamente
en su Palabra.
Cuando el poder de la gracia
transformadora de Dios opera en el corazón, hará que una persona, que hasta ahora había sido
mundana, camine en las sendas de la
beneficencia.
Los que han determinado en su corazón enriquecerse en el mundo,
“…caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a
los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al
dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos
dolores. 1Timoteo 6:9,10...
Jesús ha abierto para todos, un camino por el cual puede obtenerse sabiduría, gracia y poder. Él es nuestro ejemplo en todas las cosas y nada debe desviar la mente del objeto principal en la vida, que es tener a Cristo en el alma, ablandando y subyugando el corazón.
Cuando esto sea el caso, cada miembro de iglesia, cada uno que profesa la verdad, será semejante a Cristo en carácter, palabras y acciones.
Testimonies for the Church 5:277, 278. [181]
viernes, 16 de junio de 2023
35. “MANEJAR BIEN EL DINERO PARA RECIBIR LA APROBACIÓN DE DIOS”
Sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín
corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro
tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mateo 6:20,21.
Muchos
padres y muchas madres son pobres en medio de la abundancia.
Reducen, en cierto grado, sus propias comodidades
personales y con frecuencia se privan de aquellas cosas que son necesarias para el goce de la vida y la salud, mientras tienen abundantes recursos a su disposición.
Por decirlo así, se sienten como impedidos de usar sus recursos para su propia comodidad o para propósitos de caridad. Tienen una meta ante ellos, la cual es ahorrar recursos para dejárselos a sus hijos.
Esta idea es
tan prominente, está tan entretejida en todas sus acciones, que sus hijos
aprenden a mirar hacia el futuro, al momento cuando
esa propiedad sea suya. Dependen de ella, y
esta perspectiva tiene una influencia importante pero no favorable
sobre sus caracteres.
Algunos llegan a ser derrochadores, otros
llegan a ser egoístas y ambiciosos, y aún otros se vuelven indolentes y atolondrados.
Muchos no cultivan hábitos de economía; no
buscan llegar a tener confianza en sí
mismos. Viven sin propósito y apenas tienen estabilidad
de carácter.
Las
impresiones recibidas en la niñez y juventud se introducen poco a poco en la textura del carácter,
y llegan a ser el principio de acción en
la vida adulta...
Con la luz de la Palabra de Dios, tan simple y clara con referencia al dinero
prestado
a los mayordomos, y
con las advertencias
y los reproches que Dios ha dado a través de los Testimonios en relación con la
disposición de los recursos; si, con toda esta luz ante ellos, los hijos directa o indirectamente influyen en sus padres para dividir su propiedad mientras viven, o
si los padres la
dejan mayormente como herencia a los hijos para que pase a sus manos después de su fallecimiento, toman sobre sí
responsabilidades tremendas.
Los hijos de padres ancianos que profesan creer la verdad deberían, en el temor de Dios, recomendar y suplicar a sus padres que sean fieles a su profesión de fe, y sigan un proceder con respecto a sus recursos que Dios pueda aprobar. Los padres deberían acumular para sí mismos tesoros en el cielo, disponiendo ellos mismos de sus medios para el avance de la causa de Dios.
No deberían despojarse a sí mismos del tesoro celestial, dejando un excedente de recursos a los que ya tienen suficiente; porque al hacerlo así no sólo se privan del precioso privilegio de hacerse un tesoro inagotable en los cielos, sino que roban a la tesorería de Dios.
Testimonies
for the Church 3:119,120. [176]