martes, 29 de agosto de 2023

38. “SE NECESITA GRAN EFICIENCIA Y PROFUNDA CONSAGRACIÓN”

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Juan 16:13.

Cada día que pasa nos acerca al fin. ¿Nos acerca también a Dios? ¿Velamos en oración?

Las personas con las que tratamos continuamente necesitan recibir nuestras instrucciones. Es posible que su estado mental sea tal que una sola palabra oportuna, grabada en el alma por la influencia del Espíritu Santo, penetre como un clavo en el lugar apropiado.

Puede ser que mañana algunas de esas almas estén para siempre fuera de nuestro alcance.

 ¿Qué Influencia Ejercemos Sobre Esos Compañeros De Ruta? ¿Qué Esfuerzos Hacemos Para Ganarlos Para Cristo?

El tiempo es corto y nuestras fuerzas deben organizarse para hacer una obra más amplia.

 Necesitamos obreros que comprendan la inmensidad de la tarea y que estén dispuestos a cumplirla, no por el salario que reciben, sino porque se dan cuenta de que el fin se acerca.

El tiempo exige más capacidad y una consagración más profunda. Estoy tan compenetrado de este pensamiento que clamo a Dios: “Levanta y envía mensajeros que tengan conciencia de su responsabilidad, mensajeros en quienes la idolatría y el yo, fuente de todo pecado, sea crucificado”...

Debemos avanzar con firmeza, poniendo nuestra confianza en Dios, haciendo su obra con abnegación, dependiendo humildemente de él, entregándonos nosotros mismos a su sabia providencia, ahora y para el futuro, reteniendo hasta el fin nuestra seguridad de los primeros días, y recordando hasta el fin que las bendiciones celestiales no son la recompensa de nuestros méritos, sino la recompensa de los méritos de Cristo y de nuestra aceptación, por fe en él, de la gracia abundante de Dios. Joyas de los Testimonios 3:295-297. [250]

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=6yGW3cmPWg8&list=PLVsLdOIe7sVsnBRseMSkyoXHPttCi0_gq&index=30&pp=gAQBiAQBsAQB

 

sábado, 12 de agosto de 2023

37. “REVELEMOS A OTROS CUAN PRECIOSO ES JESÚS”

Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos... Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? (Lucas 24:15, 32).

Hemos de hablar de Cristo a aquellos que no lo conocen. Hemos de obrar como lo hizo Cristo.

 Doquiera El estuviera; en la sinagoga, junto al camino, en un bote algo alejado de la tierra, en el banquete del fariseo o en la mesa del publicano, hablaba a las gentes de las cosas concernientes a la vida superior. Relacionaba la naturaleza y los acontecimientos de la vida diaria con las palabras de verdad.

Los corazones de sus oyentes eran atraídos hacia Él; porque Él había sanado a sus enfermos, había consolado a los afligidos, y tomando a sus niños en sus brazos, los había bendecido.

Cuando El abría los labios para hablar, la atención se concentraba en El, y cada palabra era para algún alma sabor de vida para vida.

Así debe ser con nosotros. Doquiera estemos, hemos de procurar aprovechar las oportunidades que se nos presenten para hablar a otros del Salvador.

 Si seguimos el ejemplo de Cristo en hacer bien, lo corazones se nos abrirán como se le abrían a Él. No bruscamente, sino con tacto impulsado por el amor divino, podremos hablarles de Aquel que es "señalado entre diez mil", y "todo él codiciable" (Cantares 5:10,16). Esta es la obra suprema en la cual podemos emplear el talento del habla. -Palabras de vida del gran Maestro, pág. 237.

El ejemplo de Cristo, al vincularse con los intereses de la humanidad, debe ser seguido por todos los que predican su Palabra y por todos los que han recibido el Evangelio de su gracia.

No hemos de renunciar a la comunión social. No debemos apartarnos de los demás. A fin de alcanzar a todas las clases, debemos tratarlas donde se encuentren. Rara vez nos buscarán por su propia iniciativa. No sólo desde el púlpito han de ser los corazones conmovidos por la verdad divina.

 Hay otro campo de trabajo, más humilde tal vez, pero tan plenamente promisorio. Se halla en el hogar de los humildes y en la mansión de los encumbrados; junto a la mesa hospitalaria, y en las reuniones de inocente placer social...

Dondequiera que vayamos, debemos llevar a Jesús con nosotros, y revelar a otros cuán precioso es nuestro Salvador... Mediante las relaciones sociales, el cristianismo se pone en contacto con el mundo.

Todo aquel que ha recibido la iluminación divina debe alumbrar la senda de aquellos que no conocen la Luz de la vida...

Los que siguen a Jesús le agradan cuando muestran que, aunque humanos, son partícipes de la naturaleza divina... Reflejan sobre otros, en obras iluminadas por el amor de Cristo, la luz que resplandece sobre ellos mismos. El deseado de todas las gentes, págs. 126, 127. RJ231/EGW/MHP 232

AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=CaAAtodxDdw&list=PLtrFh-HO7ogB76sYN7DCjayfXOcZf-su7&index=13&pp=gAQBiAQBsAQB